Manglar Vive
Hace 6 años, el proyecto Manglar Vivo irrumpió en 84 kms de costa en Mayabeque y Artemisa. Ahora termina, pero sus huellas parecen más bien el fin del principio
María Teresa, de 54 años, es la administradora del área protegida del Golfo de Batabanó, en la occidental provincia de Mayabeque. Ella sabe que la pérdida y el daño a los manglares protectores hace que las comunidades costeras como la de ella sean vulnerables. Sabe también que la pérdida de manglares plantea numerosos riesgos para la población local, ya que su ausencia contribuye a la compresión de las costas, aumenta la erosión y exacerba la vulnerabilidad a las inundaciones, oleaje, marejadas y tormentas.
María Teresa es administradora del área protegida del Golfo de Batabanó / Foto: Proyecto Manglar Vivo, PNUD Cuba
Tal vez por eso María se comprometió de manera irrenunciable a proteger los manglares mientras enseña a la próxima generación a apreciarlos tanto como ella. "Esta comunidad necesitaba este proyecto, y llegó en el momento adecuado", dijo. “El manglar estaba en muy mal estado. Cuando comencé aquí (hace seis años), el manglar no creció más de un metro de altura. Hoy pueden verse manglares de entre 15 y 18 metros con una salud tremenda. Puedes ver el nivel de conservación que tienen ".
Basta conocer a María para tener la certeza de que Manglar Vivo es una iniciativa con larga vida, a pesar de que, hace pocos días, se cumplieron los 6 años concebidos para su implementación. En la página de Facebook del proyecto puede leerse: "Llegamos a la meta!!! Ahora a emprender nuevas etapas. Gracias a todos los que nos han acompañado durante estos 6 años de trabajo. A nuestras comunidades, sin ellos nada hubiese sido posible".
El proyecto "Reducción de la vulnerabilidad a las inundaciones costeras a través de la adaptación basada en los ecosistemas en el sur de las provincias de Artemisa y Mayabeque" se centró específicamente en un tramo de costa de 84 km de largo entre Punta Sucia y Punta Mora.
Financiado por el Fondo de Adaptación e implementado por el PNUD, el proyecto trabajó junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, la Agencia de Medio Ambiente y el Ministerio de Agricultura, para restaurar estos manglares a través de un proyecto intensivo de rehabilitación hidrológica y reforestación. Estos esfuerzos de restauración incluyeron la reforestación integral, mejores esfuerzos de monitoreo y control, y la creación de evaluaciones detalladas de vulnerabilidad para comprender mejor cómo el cambio climático está afectando a las comunidades y sus ecosistemas.
En 2017, el Gobierno de Cuba aprobó el Plan estatal para el enfrentamiento del cambio climático ("Tarea Vida"), lo que reconoció la alta vulnerabilidad del país al cambio climático. El plan establece prioridades estratégicas e identifica los impactos de la intrusión salina, las inundaciones y los eventos climáticos extremos en las zonas costeras del país.
Proyectos como este han aportado información valiosa para identificar soluciones que permitieron gestionar los impactos del cambio climático a través de medidas de adaptación basadas en el ecosistema.
La mayoría de los trabajadores de María Teresa son jóvenes, entre las edades de 18 a 21 años, lo que es un buen augurio para la sostenibilidad a largo plazo del proyecto. "Tenemos jóvenes que se están incorporando a esto, están muy comprometidos y siempre quieren aprender más", dijo. "Los niños aprenden aquí y regresan a sus hogares y transmiten [conocimiento] a sus padres".
El proyecto trabaja activamente con las escuelas locales que buscan crear conciencia y promover un fuerte vínculo entre las poblaciones costeras y su entorno. En realidad, cada niño y cada joven, cada persona con rostro de futuro involucrada en Manglar Vivo, es una evidencia de que el término del proyecto es apenas el fin del principio. A juzgar por las evidencias, pareciera que todos los involucrados pueden dormir tranquilos: Manglar Vive
Trabajo con escuelas como parte del Día de los Humedales 2019 / Crédito de la foto: Proyecto Manglar Vivo, PNUD Cuba
El apoyo al proyecto incluye la plantación de especies de mangle a lo largo de una franja de 84 km de la costa que abarca las dos provincias. / Crédito de la foto: Proyecto Manglar Vivo, PNUD Cuba
Trabajando con voluntarios de la comunidad en Guanimar / Crédito de la foto: Proyecto Manglar Vivo, PNUD Cuba
Limpieza de canales / Crédito de la foto: Proyecto Manglar Vivo, PNUD Cuba
Capacitación de estudiantes sobre restauración de manglares utilizando estanquillos en la bahía de La Habana / Crédito de la foto: Proyecto Manglar Vivo, PNUD Cuba
Crédito: Texto de PNUD Cuba, adaptado a ONU Cuba