El mensaje del Secretario General de Naciones Unidas por el Día Mundial de la Salud subraya la necesidad de un mundo post Covid sin desigualdades
En este Día Mundial de la Salud, queremos llamar la atención sobre las desigualdades e injusticias de nuestros sistemas sanitarios.
La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto cuán desiguales son nuestras sociedades.
A nivel nacional, los casos de enfermedades y muertes causadas por la COVID‑19 son más frecuentes entre las personas y las comunidades que se enfrentan a la pobreza, a condiciones de vida y trabajo adversas, a la discriminación y a la exclusión social.
A nivel mundial, la gran mayoría de las dosis de vacunas se han administrado en un número reducido de países ricos o en los que se producen las vacunas.
Gracias a la iniciativa COVAX, cada vez más países han empezado a recibir vacunas, pero a la mayoría de los habitantes de los países de ingresos bajos y medianos no les queda más remedio que mirar y esperar.
Estas desigualdades son inmorales y peligrosas para nuestra salud, nuestras economías y nuestras sociedades.
A medida que comience la recuperación de la pandemia de la COVID-19, debemos aplicar políticas y asignar recursos para que todos puedan llegar a los mismos resultados sanitarios.
Esto significa alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
Y significa también ofrecer una cobertura sanitaria universal para que todo el mundo pueda prosperar dondequiera que viva.
En este Día Mundial de la Salud, comprometámonos a trabajar codo a codo por un mundo sano y equitativo.