Coordinador Residente de ONU Cuba: "Los desafíos de Cuba son nuestros desafíos"
Francisco Pichón presidió ayer acto conmemorativo por el aniversario 78 de Naciones Unidas
Intervención de Francisco Pichón, Coordinador Residente de ONU Cuba, en acto por el aniversario 78 de las Naciones Unidas:
Estimada Ministra de Educación Naima Ariatne Trujillo
Estimada Viceministra Anayansi Rodríguez Camejo
Otras autoridades que nos acompañan
Miembros del cuerpo diplomático
Representantes y colegas del Sistema de las Naciones Unidas en Cuba
Un día como hoy, hace 78 años, nacieron las Naciones Unidas. Cincuenta países, entre ellos Cuba, firmaron la Carta de las Naciones Unidas y participaron en la Conferencia de San Francisco que daría vida a cada uno de sus artículos. Las mismas razones que motivaron al mundo a fundar una organización como la nuestra, podríamos invocarlas para defender la vigencia de la ONU casi 80 años después, ahora con 193 Estados miembros.
Nos reunimos aquí, pero nuestro pensamiento y solidaridad están en cada lugar del planeta impactado por guerras y conflictos que no solo contravienen los principios de la Carta, sino también los derechos fundamentales de cada persona a tener una vida plena y digna. Condenamos el uso de la fuerza contra víctimas civiles. Nuestra brújula es el respeto al derecho internacional, la justicia y la paz.
El diálogo es la vía, no los bloqueos. Reconocemos el impacto sobre el desarrollo de Cuba de las sanciones unilaterales económicas, financieras y comerciales. Cada año, la Asamblea General alza su voz de manera casi unánime para rechazarlas. Nuestras Agencias, Fondos y Programas son también fuertemente afectadas en sus operaciones de desarrollo y en la respuesta a emergencias, teniendo que enfrentar alzas de precios, reducción de proveedores, mercados más lejanos para acceder a determinados insumos y productos.
Sin embargo, no podemos quedarnos cruzados de brazos. Los desafíos de Cuba son también nuestros desafíos, y nos incentivan a multiplicar las alianzas, encontrar instrumentos financieros innovadores, apostar a nuevas formas de pensar y actuar para hacer mejor nuestro trabajo.
Quiero subrayar que nada de lo que hacemos, ninguna contribución al país y a su gente, sería posible sin el trabajo conjunto con las contrapartes nacionales –instituciones gubernamentales, gobiernos locales, academia, sociedad civil, nuevos actores económicos- y los socios de la cooperación internacional. La calidad y sinceridad de ese diálogo y de los esfuerzos conjuntos, han quedado probadas en circunstancias muy difíciles, como las que debimos afrontar durante la pandemia o, más recientemente, durante la respuesta al Huracán Ian. ¡Muchas gracias y felicidades a todas y todos!
Quiero también, de manera muy especial, reconocer a mis 280 colegas que conforman el equipo de las Naciones Unidas en Cuba, compuesto en su gran mayoría - 93% para ser precisos-, por cubanas y cubanos, cuyo compromiso, competencias técnicas y conocimiento del terreno han sido decisivas para acompañar durante décadas el desarrollo sostenible del país. Extiendo mi felicitación al personal jubilado, comprometido de modo permanente con su país y con los valores de la organización a la que se entregaron durante años. ¡Muchas gracias!!!
Queridas y queridos colegas:
El mundo de hoy -y Cuba, dentro de ese contexto- es desafiado por muchos imponderables y urgencias. Pero el desarrollo sostenible nos convoca a poner la vista más allá del aquí y el ahora. La Agenda 2030 y sus 17 ODS, trazaron un consenso global en torno al futuro que queremos y la visión de desarrollo que compartimos. Aunque se han alcanzado progresos, hay también estancamientos e incluso retrocesos que estamos obligados a abordar.
En septiembre pasado, tuvo lugar la Cumbre global sobre desarrollo sostenible, en la que las y los Jefes de Estado y de Gobierno se reunieron para examinar la implementación de la Agenda y para identificar medidas transformadoras hacia un mayor impulso de los ODS. Los Estados Miembros se comprometieron a “emprender acciones audaces, ambiciosas, aceleradas” y a promover “un cambio sistémico hacia un mundo más inclusivo, justo, pacífico, resiliente y sostenible para las personas y el planeta, para las generaciones presentes y futuras.[1]”
El Secretario General António Guterres nos ha llamado a acelerar estos esfuerzos. Es un llamado para todas y todos, no solo para los gobiernos. Y es un incentivo para reinventarnos en nuestro trabajo, encontrando las soluciones más eficientes en un contexto muchas veces adverso.
Precisamente también en septiembre, bajo la presidencia de Cuba, tuvo lugar en la Habana la Cumbre del Grupo de los 77 más China, que puso sobre la mesa el valor de la ciencia y la tecnología para el abordaje de los desafíos de desarrollo. Lo hemos visto claramente en Cuba, y en logros relevantes de la ciencia cubana como las vacunas contra la COVID 19, reconocidas por el Secretario General durante su discurso de apertura en la Cumbre. Una gran experiencia de la que todos debiéramos aprender.
Aprovecho esta oportunidad para resaltar el liderazgo de Cuba frente al Grupo de los 77 más China, su impulso para abordar retos impostergables como la financiación al desarrollo, y su compromiso de solidaridad y de cooperación Sur-Sur frente a las necesidades y desafíos de otras naciones.
Queridas y queridos amigos:
En Cuba, acompañamos a las autoridades, y a los múltiples actores con los que trabajamos, en la implementación de la Agenda 2030. Desde nuestro Marco de Cooperación, alineado directamente al Plan Nacional de Desarrollo Economico y Social 2030, apoyamos iniciativas aceleradoras como un Marco Nacional Integrado de Financiamiento para los ODS, políticas públicas como la Ley de soberanía y Seguridad alimentarias, los esfuerzos de descentralización y desarrollo territorial, los nuevos actores económicos, la industria biofarmacéutica, la calidad de los servicios sociales -y en particular la atención diferenciada a grupos vulnerables, las industrias culturales y creativas, el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género, entre otros temas. Ponemos a las personas en el centro, inspirados en el principio de “No dejar a nadie atrás”, y en los valores compartidos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la cual se conmemora su 75 aniversario en este 2023.
El próximo año comenzamos la formulación de un nuevo Marco de Cooperación con el país, cuya vigencia culminará en el 2030. Será una oportunidad para definir juntos dónde más podemos aportar a las transformaciones del desarrollo sostenible de Cuba. Estamos a disposición de las autoridades para trabajar de conjunto en la identificación de mecanismos de financiación innovadores en un contexto de sanciones; el impulso a un programa de transformación productiva ambiental y energéticamente sostenible, que integre y articule las capacidades de los nuevos actores económicos con el tejido productivo del sector estatal de la economía, y que aproveche el potencial nacional científico técnico; políticas macroeconómicas que promuevan entornos habilitadores para el desarrollo económico y social; la transición energética; la transformación digital; y el desarrollo de mecanismos y políticas que complementen con atención diferenciada y de derechos los esquemas de acceso universal.
Son solo algunas ideas, de las muchas que podríamos trabajar para acelerar la implementación de la Agenda 2030, como parte de las aspiraciones compartidas globalmente de sostenibilidad, prosperidad y paz para todas las personas. Nuestros sueños, nuestros planes, nuestro futuro, debieran estar estrechamente ligados a la paz. Todos podemos hacer por la paz, desde nuestras familias, las comunidades, el país, el mundo. La paz duradera, que solo es posible si se construye sobre las bases de la equidad y la justicia.
Luchando por esos valores llegamos a esta conmemoración. Felicidades a todas y todos en este aniversario que es también de ustedes, de todas las Naciones Unidas. Cuenten siempre con nosotros.
Muchas gracias.