Frente a los obstáculos, no nos quedamos cruzados de brazos
Coordinador Residente de ONU Cuba interviene en foro sobre impacto de las sanciones unilaterales contra Cuba
Estimada Norma Goicochea, Presidenta de la Asociación Cubana de Naciones Unidas
Demás autoridades que nos acompañan
Me siento muy afortunado de compartir este espacio hoy con ustedes. Desde el Sistema de las Naciones Unidas, damos una gran importancia a la sociedad civil como uno de los actores más relevantes en la implementación de la Agenda 2030. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible no son solamente una oportunidad y un desafío para los gobiernos. Si descansamos esta responsabilidad solamente en los gobiernos, difícilmente podamos alcanzar muchas de las metas y los objetivos de la Agenda 2030.
Organizaciones como las que están hoy aquí juegan un papel muy relevante en el desarrollo sostenible. Ustedes y nosotros, todas y todos juntos, podemos contribuir a multiplicar el movimiento por un mundo más próspero, equitativo y sostenible. Podemos acompañar la lucha para abordar desafíos globales como la crisis climática, la transición hacia sociedades ambientalmente sostenibles, la igualdad de género, la reducción de desigualdades, la eliminación de estigmas y discriminaciones que aún persisten. De modo que concedo especial importancia al hecho de que me hayan invitado, y sentirme parte de este grupo.
Para implementar la Agenda 2030, es crítico contar con medios que permitan hacer realidad cada una de sus metas. Como ustedes, somos conscientes de que no se puede llegar a los ODS sin financiamiento, con exclusiones, y sin estrategias de movilización de recursos. Y sabemos perfectamente que ese es uno de los mayores desafíos que hoy tiene Cuba. Compartimos el criterio de que el bloqueo, las restricciones unilaterales externas, la exclusión de Cuba de mecanismos e instrumentos financieros internacionales, son un gran obstáculo para su desarrollo sostenible.
Según estimaciones de las Naciones Unidas, se necesitan entre 5000 y 7000 millones de dólares cada año para financiar los ODS. Y como podrán imaginar, los países en desarrollo son los que más financiamiento necesitan para cubrir profundas brechas acumuladas históricamente en todos los ámbitos. Son los que más sufrieron y sufren los impactos de la COVID 19. Son los que peores situaciones de partida tienen para enfrentar los efectos del alza mundial de precios, de la inflación, de las guerras y conflictos.
Súmenle a todo eso el efecto de las sanciones. Como se recoge en el informe anual del Secretario General sobre el bloqueo, nosotros, las Agencias, Fondos y Programas del Sistema de las Naciones Unidas en Cuba, también padecemos sus impactos. Durante nuestra respuesta a la pandemia, por ejemplo, algunos productos de carácter humanitario tuvieron que adquirirse con proveedores secundarios y a más altos precios. Muchos barcos tienen que hacer escalas en países vecinos, lo que ocasiona retrasos y gastos adicionales. Se nos dificultan las transferencias bancarias. La respuesta a desastres, como los provocados recientemente por el Huracán Ian se dificulta debido a la falta de proveedores, o por la recurrente necesidad de licencias especiales. Esa es, también, la realidad nuestra de todos los días.
Pero también quiero decirles que no nos quedamos cruzados de brazos-. La Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina Mohamed, suele afirmar que nuestra moneda más valiosa es la esperanza. Nosotros creemos profundamente en la necesidad y en la posibilidad de un mundo mejor. Y estamos obligados a encontrar soluciones de un tamaño y de una capacidad proporcional al tamaño de los desafíos.
Nuestro Marco de Cooperación, alineado a las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo 2030, tiene el financiamiento al desarrollo como una de sus prioridades. Recientemente apoyamos el diseño de un Marco Nacional Integrado de Financiamiento para los ODS en Cuba, con recomendaciones de política clave en este ámbito, con herramientas analíticas innovadoras, con capacidades fortalecidas para cientos de funcionarios vinculados a los sectores económico y financiero.
Otro programa conjunto, en pleno proceso de implementación, promueve un marco habilitador de las finanzas ambientales. En otras palabras, impulsa mecanismos interinstitucionales de movilización de recursos para enfrentar el cambio climático, lo que, en el contexto cubano, sistemáticamente afectado por huracanes, sequías y otros eventos extremos, es especialmente relevante.
No descansamos explorando nuevos instrumentos de financiamiento para apoyar prioridades estratégicas del país como la industria biofarmacéutica, la seguridad alimentaria, la transición energética, la transformación digital, entre otras. Nos movilizamos en situaciones de desastres para apoyar rápidamente la respuesta de las autoridades nacionales y la recuperación de las zonas afectadas. El caso más reciente, como mencioné antes, fue el Huracán Ian, que articuló a nuestras Agencias, Fondos y Programas en torno a un Plan de Acción por un monto de casi 15 millones de dólares para asistir a las poblaciones más impactadas de las provincias de Pinar del Río y Artemisa
Intentamos estar allí donde el país más lo necesita, incluidas nuevas áreas y actores emergentes del desarrollo. Capacitamos a los nuevos actores económicos, a fin de fortalecer sus capacidades para acceder a recursos financieros, impulsar alianzas público-privadas, alinear sus emprendimientos con enfoques de responsabilidad social y prioridades del desarrollo sostenible.
Queridas amigas y amigos:
En septiembre pasado, tuvo lugar la Cumbre global sobre desarrollo sostenible, en la que las y los Jefes de Estado y de Gobierno se reunieron para examinar la implementación de la Agenda y para identificar medidas transformadoras hacia un mayor impulso de los ODS. Los Estados Miembros se comprometieron a “emprender acciones audaces, ambiciosas, aceleradas” y a promover “un cambio sistémico hacia un mundo más inclusivo, justo, pacífico, resiliente y sostenible para las personas y el planeta, para las generaciones presentes y futuras.”
Estamos todos llamados a acelerar nuestros esfuerzos por la Agenda 2030. Les convoco a que trabajemos juntos, aún en medio de las circunstancias difíciles. Seguiremos defendiendo el multilateralismo, el respeto a la soberanía de los estados, el diálogo- y no los bloqueos- como instrumento de solución de conflictos. Y, al mismo tiempo, nuestra misión seguirá siendo avanzar a pesar de los obstáculos. Yo soy colombiano, así que, me tomo la licencia de citar a un compatriota universal, admirado por su obra en América Latina, y con un gran cariño hacia Cuba y su gente: Gabriel García Márquez. El Gabo dijo alguna vez que “los seres humanos no nacen para siempre el día en que vienen al mundo, sino cuando la vida los obliga a parirse a sí mismos, una y otra vez”.
Con este espíritu queremos mirar hacia adelante. Y que las generaciones venideras, cuando hereden un mundo más justo, equitativo y sostenible, sepan que nosotras y nosotros luchamos incansablemente por alcanzarlo.
Muchas gracias