Revalorizar la industria azucarera: miradas múltiples
Si hay una industria en Cuba que puede verse desde una mirada de economía circular, es la azucarera- dice Etienne Labande, Coordinador Residente a.i de ONU Cuba
El taller "Revalorizar la industria azucarera, con un enfoque de economía circular y en un contexto de cambio climático" fue convocado la mañana de este miércoles 15 de noviembre por PNUMA, PNUD y ONUDI, de conjunto con el CITMA y la empresa AZCUBA para consensuar acciones que permitan revitalizar la industria azucarera cubana y, de cara al futuro, presentar un proyecto regional que pueda promover sinergias y articular buenas prácticas entre países con experiencia en la gestión de esta industria.
El Coordinador Residente a.i, Representante del Programa Mundial de Alimentos, estuvo entre los oradores de la jornada inaugural. Estas fueron sus palabras:
Estimadas autoridades nacionales
Estimados colegas del Sistema de las Naciones Unidas en Cuba
En mi calidad de Coordinador Residente ad ínterin, me da mucho gusto acompañarlos en este evento. Para el Sistema de las Naciones Unidas en Cuba, es una prioridad el apoyo a la transformación de los sistemas alimentarios en el país. Solo cito un dato: durante el año 2022, el ODS 2, Hambre Cero, fue precisamente el más apoyado según el número de contribuciones de nuestras Agencias, Fondos y Programas.
El Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, y su ley asociada, cuentan con nuestra asistencia técnica, y con nuestra voluntad de impulsar cada vez más la incidencia articulada sobre los sistemas alimentarios. Esto es, incidir integralmente sobre la producción, la comercialización y el consumo de alimentos, con un enfoque sensible a la nutrición y a la equidad social, y considerando prácticas de sostenibilidad ambiental y resiliencia frente al cambio climático.
Por eso le concedo tanta importancia a la iniciativa que estamos compartiendo hoy, sobre la cual quisiera subrayar algunos aspectos:
En primer lugar, me alegra que el tema que nos convoque sea la industria azucarera. Durante mucho tiempo, el lema “sin azúcar no hay país” recorrió la vida económica y social de Cuba. A lo largo y ancho del territorio nacional, familias enteras construyeron sus economías en torno a la producción y comercialización de la caña de azúcar. Estamos abordando un tema que forma parte de la historia y la cultura de la nación cubana, y que tiene en este país un sedimento de prácticas, costumbres, experiencias, que se han trasmitido de generación en generación, y que podrían servir de base para la implementación de cualquier esfuerzo concreto.
Me parece muy provechoso, al mismo tiempo, que vinculemos esta prioridad a la economía circular. Si hay una industria que tiene antecedentes en Cuba de prácticas de economía circular es la azucarera. El uso del bagazo como combustible para la energía renovable, la utilización de residuos orgánicos para fertilizantes, la producción de alcoholes, la generación de electricidad, son prácticas con antecedentes muy exitosos y que pudieran multiplicarse también de manera exitosa en el futuro, en función de potenciar la cadena de valor de la caña.
Celebro que en este encuentro haya representantes de 8 países, 9 si contamos a Cuba. Estoy pensando en las redes que pueden emerger de aquí, en las propuestas interinstitucionales de múltiples actores, para mover el pensamiento y la acción estratégica en torno a la industria azucarera desde múltiples dimensiones, incluyendo la dimensión ambiental.
El sector cañero representa una gran oportunidad, pero también es reconocido que puede provocar serios daños ambientales. En la degradación del hábitat, en el uso insostenible del agua, en la erosión de los suelos y en la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Uno de los valores añadidos de este taller es que contribuirá, desde los inicios mismos de los futuros proyectos que se deriven, a mitigar los riesgos medioambientales y a fomentar una industria azucarera más eficiente y más sostenible, en armonía con la protección de los ecosistemas.
Esta es una perspectiva que compartimos en los esfuerzos que las Agencias, Fondos y Programas de las Naciones Unidas llevan adelante, como parte de su Marco de Cooperación con el país. Junto a la transformación de los sistemas alimentarios, promovemos prácticas de resiliencia y adaptación al cambio climático, que contribuyan a reducir las vulnerabilidades, proteger los ecosistemas, manejar los suelos de manera sostenible e implementar medidas concretas frente a los efectos adversos de huracanes y sequías.
Agradezco a PNUMA, PNUD y ONUDI la invitación a este taller, y también al programa ONE PLANET NETWORK, que viene trabajando sostenidamente en iniciativas regionales de impulso a la producción y consumo responsables.
Las propuestas que se deriven de este encuentro seguramente impulsarán, al mismo tiempo, varias metas de los ODS y nos confirmarán la necesidad de abordar el desarrollo sostenible de manera multidimensional. Las Agencias de Naciones Unidas mencionadas, y otras que puedan sumarse en el futuro, están listas desde sus respectivos mandatos y capacidades para acompañarlos. Queremos estar en las prioridades más útiles, y de la manera más útil, para apoyar el desarrollo sostenible de Cuba, y facilitar sinergias con buenas prácticas en otros países.
Les deseo éxitos en su trabajo. Esperemos que este sea el principio de un camino muy provechoso para todas y todos.
Muchas gracias