Con los pies en la tierra: héroes y heroínas de la soberanía alimentaria
Cuando este 16 de octubre la FAO celebre el Día Mundial de la Alimentación, Cuba enfrentará desafíos adicionales tras aprobarse el Plan SAN
Desde que se graduó de Biología en la Universidad de Oriente en 1993, la vida de María Mercedes Castillo ha estado rodeada de peces en su Granma natal; en la misma provincia, pero en Cabezadas, vive uno de los productores del melón con mejor sabor de Cuba; y Mayra Cruz, jurista de profesión, es una de las impulsoras de la construcción del marco legal que concretará el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional.
Aunque quizás no se conozcan, son héroes y heroínas de la alimentación y tienen el común denominador de ser beneficiarios de proyectos implementados por la FAO en Cuba. La organización tiene entre sus prioridades en la isla el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y nutricional mediante sistemas alimentarios inclusivos, así como el apoyo al logro de una agricultura sostenible, resiliente y más sensible a la nutrición.
MANOS DE MUJER TRAS POLÍTICAS PÚBLICAS POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA DE CUBA
Cuando el próximo 16 de octubre la FAO celebre el Día Mundial de la Alimentación y el 15 de octubre el Día de la Mujer Rural en un momento excepcional, desafíos adicionales acompañarán a Cuba, luego de la aprobación el pasado 22 de julio por el Consejo de Ministros del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional (SAN).
Primero de su tipo en la historia del país, el Plan SAN ha contado con el acompañamiento de la FAO en su diseño metodológico y en la implementación, en el marco del programa cofinanciado por la Unión Europea “Impacto, Resiliencia, Sostenibilidad y Transformación para la Seguridad Alimentaria y Nutricional” (FIRST, por sus siglas en inglés) y con la colaboración de OXFAM Cuba.
Un paso clave en su implementación será dotarlo de normas legales, por lo que el país trabaja hoy en la construcción del anteproyecto de Ley de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional.
Con el apoyo técnico de la FAO en el proyecto UE/FAO “Fortalecimiento de políticas para la seguridad alimentaria sostenible en Cuba” (POSAS), un equipo redactor integrado por juristas de alta experiencia en el país, coordinado por la Dirección Jurídica y la Oficina del Plan SAN del Ministerio de la Agricultura (MINAG), trabaja por estos días en la instrumentación jurídica del Plan, para su inserción en el Cronograma Legislativo.
Una de las líderes de este proceso es la MSc. Mayra Cruz Legón, Jefa del Departamento de Política Agraria de la Dirección Jurídica del MINAG, quien se siente orgullosa de participar de un ejercicio que tributará en beneficios para todos los cubanos.
"Las políticas públicas y los marcos jurídicos que los instrumentan son guías indispensables para la conducción de cualquier temática, y en cuestiones alimentarias cobran una importancia mayor. El Plan SAN es la plataforma nacional para alcanzar una plena seguridad alimentaria y nutricional y su marco jurídico será el primero en Cuba que desarrolle el derecho humano a la alimentación", explica.
Más de 10 reuniones del equipo redactor con puntos focales del Plan SAN; intercambios y conversatorios con especialistas de la FAO, así como un taller de construcción y validación han marcado hasta el momento este proceso, que también ha llamado a la participación colectiva, a partir de una convocatoria publicada en el sitio web del MINAG.
“Se trata de un tema que requiere una participación intersectorial, interdisciplinaria, multiactoral y multinivel, porque significa la concreción del Plan SAN en normas jurídicas, que serán también complementarias a la Constitución de la República”, argumenta Mayra, quien agradece el apoyo técnico y logístico brindado por la FAO al proceso, el cual considera que ha sido esencial para la Ley.
UN HÉROE TRAS LA PRESERVACIÓN DEL MELÓN CON MEJOR SABOR DE CUBA
Todos le llaman Muñeco. Nació en Cabezadas y de ahí no piensa irse jamás uno de los productores de melón más conocidos del país. El secreto está en que las tierras de Delta del Cauto, rodeadas por un agua salada, parecen cultivar el melón con mejor sabor de Cuba y con adaptabilidad demostrada a condiciones climáticas extremas.
Su nombre es Cruz Avilés Reyes, es el presidente de la cooperativa Ramón Ramos Barredo, y uno de los beneficiarios del proyecto COBIMAS, “Introducción de nuevos métodos agrícolas para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, incluyendo recursos fito y zoogenéticos, en paisajes productivos en áreas seleccionadas de Cuba”, financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés) e implementado por la FAO en asociación con el MINAG.
Por un período de cinco años, el proyecto aplicará prácticas agrícolas sostenibles capaces de integrar el cuidado de la diversidad biológica con el aumento de la productividad y la preservación de los recursos naturales.
El melón que produce Muñeco en Delta del Cauto es uno de los cultivos que será beneficiado por COBIMAS.
“Gracias a esta iniciativa el espíritu de producir ha vuelto a renacer e Cabezadas, porque con los medios de transportación que suministrará el proyecto vamos a tener una mayor seguridad ante las enormes dificultades que enfrentamos con la transportación del melón, para poder comercializarlo”.
“Este año producimos en la etapa de primavera 10 mil 344 quintales. Granma se abastece solo con el melón de Cabezadas, pero para producir más necesitamos estabilidad con la transportación para llevarlo al destino donde se vaya a vender. Los campesinos producen más cuando ven que van a tener un beneficio”, aseguró Muñeco.
La COVID-19 no pudo detener el ansia de trabajo de este héroe de la alimentación, ni del resto de los hombres y mujeres que integran esa cooperativa, para quienes COBIMAS es una oportunidad para alcanzar una vida más plena en el entorno rural y seguir aumentando su productividad mediante la preservación de los recursos naturales.
Cuatro áreas protegidas de recursos manejados en Cuba resultan beneficiarias de este proyecto: la Ciénaga de Zapata y Jobo Rosado, en las provincias de Matanzas y Sancti Spíritus, respectivamente; además de Tunas de Zaza y Delta del Cauto, en Sancti Spíritus y Granma.
LA FAO COMO IMPULSORA DEL MEJORAMIENTO GENÉTICO DE PECES DE AGUA DULCE EN CUBA
María Mercedes Castillo ve en la acuicultura una pasión. Heroína de la alimentación a toda prueba, por más de 17 años ha trabajado entre hombres en la Estación de Alevinaje de Acuipaso en el municipio Bartolomé Masó, en la provincia de Granma.
A los resultados que hoy exhibe, mucho debe a un proyecto de colaboración de la FAO entre 2015 y 2017, con el que se diseñó un programa nacional de mejoramiento genético de peces de agua dulce. El mismo permitió hacer de la pesca una actividad más productiva y sostenible en Cuba.
Productores y productoras de todas las provincias del país participaron de capacitaciones enfocadas en buenas prácticas para el mejoramiento genético de la tilapia cultivada (tilapia nilótica), y el país recibió equipos e insumos que apoyaron el desarrollo de esa nueva tecnología en el país
“Gracias a este proyecto fue posible la sustitución del antiguo banco de reproductores de tilapias por uno con mayor potencial de producción de larvas y alevines. El país cuenta actualmente con tilapias genéticamente mejoradas por métodos de cruzamiento natural, lo que implica que pueden crecer más y tener mejores características”, asegura esta bióloga de 51 años de edad, mientras muestra entre sus manos los peces de agua dulce que nacen en su provincia hoy, como resultado de la colaboración de FAO con Cuba.
Según explica, antes de este proyecto en la isla había un mal rendimiento en la producción de peces de agua dulce.
“Los animales que teníamos eran peces que tenían la cabeza muy grande y el cuerpo alargado, por lo que la eficiencia era muy baja. Luego del proyecto hemos logrado peces que por su forma exterior tienen la cabeza muy pequeña y el cuerpo muy alto y ancho, con lo que mejora el rendimiento. En seis meses, hemos logrado un peso de hasta 500 gramos”.
Entre otros resultados productivos, lograron incrementar los planes de producción de las granjas de engorde de tilapias y el rendimiento por hectáreas. “Nosotros teníamos un rendimiento de 5 toneladas por hectáreas. Hoy hemos llegado a más de 10 toneladas por hectáreas”, cuenta quien asegura que el proyecto ha contribuido a un cambio positivo en su vida.
“Soy madre, profesional, y fueron muchas horas dedicadas al cuidado y observación de los peces incorporando a mi familia en la tarea, pero me siento orgullosa de los resultados alcanzados, en los que siempre estaré agradecida del apoyo de la FAO”.
Cuando en tiempos de COVID-19, los sistemas alimentarios han sufrido enormes impactos y proyecciones de la FAO alertan que otras 130 millones de personas podrían pasar hambre a consecuencia de la pandemia; Cuba, un país que importa gran parte de los alimentos que consume, no está exenta de esos impactos, por lo que las autoridades impulsan la producción local de alimentos como asunto de seguridad nacional.
A Mechy, Muñeco, Mayra y a los tantos héroes y heroínas de la alimentación que habitan cada rincón de la isla, habrá que agradecer el Día Mundial de la Alimentación, y siempre, por contribuir al gran desafío de la seguridad alimentaria.